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Mostrando entradas de agosto, 2024

DON HENLEY The end of the innocence (GEFFEN, 1989)

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 Don Henley tardó un tiempo en completar su esperado tercer álbum, The End of the Innocence. Aunque consigue duplicar gran parte de la magia de su álbum anterior, Henley dejó de lado los sintetizadores y amplió su paleta musical. Utiliza aquí coros con gran efecto, ya sea en la trágica balada "New York minute" (con el grupo vocal Take 6 ) o en la furiosa canción rockera "I will not go quietly" (con Axl Rose de Guns N' Roses ).  Su colaboración con Bruce Hornsby en la canción que da título al álbum muestra a un Henley maduro cantando sobre la desilusión sobre un hermoso riff de piano que le da a la canción un aire atemporal de nostalgia. Aunque sigue abordando cuestiones políticas y escribiendo sobre la vida en los pueblos pequeños de Estados Unidos, Henley también mezcla baladas románticas, incluida la última "Heart of the matter". En esta canción épica, Henley explora la complejidad emocional de las relaciones y la aceptación de uno mismo durante las

NICK CAVE & THE BAD SEEDS Abattoir blues / The lyre of Orpheus (Mute, 2004)

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 Un año después de Nocturama y por primera vez sin Blixa Bargeld (dedicado en exclusiva a Einstürzende Neubauten), Nick Cave & The Bad Seeds regresan con su decimotercer trabajo, el primero doble de su discografía, o mejor dicho, la primera vez que editan dos discos incluidos dentro de un mismo álbum. Abattoir Blues / The Lyre Of Orpheus fueron grabados en el estudio Ferber de París y producidos por el propio grupo. Para la ocasión, la banda repite su formación habitual -a excepción de Bargeld– e incluye a un nuevo miembro, James Johnston (ex Gallon Drunk) al organo. Este trabajo es una asombrosa colección de 17 canciones divididas en dos partes, que aunque muy similares, podríamos apuntar que The Lyre Of Orpheus quizá contenga momentos más reposados. Dos discos en los que nos encontramos con los australianos más accesibles, arrebatadores, líricos y vitalistas que de costumbre, con la inclusión de nuevos elementos en su música -como el gospel- , y como es habitual en su líder, con

DEXYS One day i'm going to soar (BMG, 2012)

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Un pianito, un murmullo, unos coros, y la voz apenada de Rowland abre el disco, but once…. la canción te explota en la cara, y el celtic soul se apodera de tu cuerpo, de tu alma, de tu corazón. Ostias, qué temazo! Más de seis minutos de placer, de disfrute, de celebración.. Un puñetazo sobre la mesa, qué somos los Dexys leñe, que somos la polla (con perdón), y es que esta canción me ha traído a la memoria la primera vez que escuché «Too-Rye-Ay”, eso es irrepetible, claro, pero las sensaciones se han parecido. Sólo por este tema la vuelta de los Dexys valió la pena, pero hay más, mucho más y mejor. Laaaa, la, lalala, laa-la, lala, lalala….  Rowland estuvo un tiempo perdido pero ha vuelto definitivamente, “Lost” es la prueba de todo ello. Qué preciosa canción, qué bonica, sí bonica del to. Y si no estás convencido del todo llega la clase total con “Me”, aires claros y sin disimulo a The Style Council con la aportación a los teclados del 50% de aquellos, Mick Talbot qué grande eres!. La

LOU REED Berlin (RCA, 1973)

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 Transformer y "Walk on the wild side" fueron grandes éxitos en 1972, para sorpresa tanto de Lou Reed como de la industria musical, y con Reed repentinamente convertido en un producto de moda, utilizó su recién adquirida influencia para hacer el álbum más ambicioso de su carrera, Berlin.  Berlin era el equivalente musical de un niño drogadicto suelto en una tienda de golosinas; las canciones del álbum, que forman una historia suelta sobre un romance condenado al fracaso entre dos bohemios alimentados por químicos, fueron desarrolladas con una producción enorme y retumbante ( Bob Ezrin en su momento más grandioso) y arreglos sobrecargados de guitarras, teclados, trompetas, cuerdas y cualquier otro recurso que estuviera a mano (la banda de sesión incluía a Jack Bruce , Steve Winwood , Aynsley Dunbar y Tony Levin ). Y aunque a menudo se había acusado a Reed de centrarse en el lado oscuro de la vida, él y Ezrin abordaron Berlin como su oportunidad de hacer El álbum más deprimente